lunes, 16 de mayo de 2011

Luna de Fuego

Articulo publicado el 12 de Mayo de 2011 en Science

La luna joviana Ío alberga un océano global de roca fundida, bajo una superficie plagada de volcanes. Esa es la conclusión del nuevo análisis de los datos que hace una década obtuvo la sonda Galileo.

Los teóricos habían predicho, desde hace mucho tiempo, que la enorme gravedad de Júpiter debería levantar mareas en Ío, amasando sus sólidas pero aún maleables rocas para producir calor, lo suficiente como para que el interior se derritiera. Y los planetólogos vieron signos en la lava de la superficie que indicaban que sus 100 puntos volcánicos se alimentaban de un "océano" de magma interior.

Credit: Xianzhe Jia/ U. of Michigan and Krishan Khurana/UCLA
Sin embargo, los escombros volcánicos, que se elevan considerablemente, frustraron los intentos de los científicos planetarios de usar el poderoso campo magnético de Júpiter para sondear el interior de Ío. Ahora, los investigadores informan de que por fin han conseguido sortear las interferencias, revelándose una firma magnética que solamente Ío podría producir, en el caso de que en su interior hubiera una capa de magma eléctricamente conductor (magma cargado de cristales) de al menos 50 kilómetros de espesor  (fina capa de color naranja en la imagen que acompaña esta noticia), bajo su corteza rocosa. El hallazgo sería una reminiscencia de los primeros días del Sistema Solar, cuando la mayoría de grandes cuerpos rocosos contaban con océanos de magma, hasta que se enfriaron.



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